domingo, 6 de diciembre de 2009

El santo de las causas dificiles e imposibles

28 de Octubre de 2009

Es el aniversario del santo de las causas difíciles e imposibles. San Judas Tadeo es uno de los santos más populares en la cultura mexicana, y cuenta con un sin número de fieles devotos que aseguran haber sido beneficiados por este santo milagroso. Es por ello que cada 28 de Octubre se le festeja con ofrendas en agradecimiento a los milagros concedidos.
En nuestra ciudad, la figura de San Judas se encuentra fuertemente arraigada y cada año aumentan sus devotos. Los festejos en la comarca inician en Torreón en la parroquia de San Judas desde el día 24 cuando comienza a ofrecerse una verbena. La manera en que el resto de los laguneros le agradecen su ayuda es con rosarios y la tradicional reliquia.
En la colonia Luis Echeverría, se celebran gran cantidad de rosarios dedicados al santo, pero hay un hogar en el que particularmente “la fiesta”, se hace en grande.
La señora Lucha es la encargada de organizar junto con su familia la reliquia. Cada año, le hace su ofrenda a San Judas Tadeo.
“No es por un milagro en especial, es más bien una tradición familiar, pues desde que mis padres vivían, año con año y sin falta, le hacemos su reliquia a San Juditas, que siempre nos ah cuidado”.
La preparación de la comida comenzó desde una noche antes, pues entre ella y sus hermanas tenían que cocer y cortar la carne y preparar el chile. Ya el día del rosario se levantan a las 6:00 a.m. para guisar las sopas y comenzar con los preparativos más en forma.
Desde las 9:00 empieza el olor a comida. Se cerró la calle, sacaron las sillas para el rosario y comenzaron a levantar un altar en la carretera donde aparecen varias figuras de cerámica con la efigie de San Judas, así como un cuadro grande con su foto. Adornan también los claveles blancos y amarillos, así como telas montadas en color verde y amarillo; algunos vecinos colocan coronas también dedicadas al santo.
Poco antes de las 11:00 a.m. llegaron los danzantes, vestidos de verde, niños y adultos, hombres y mujeres que voluntariamente danzan para mostrar su fe católica y que arriban al lugar para comenzar el festejo. Las mañanitas por supuesto no han parado de sonar y ya en sus lugares la danza empieza, y la gente, al escucharla ya se hace presente, sobre todo los niños que son siempre los mas emocionados con la danza.
Alrededor de la una de la tarde ya está toda la gente reunida. Es realmente una multitud, pues a este hogar, no solo llegan los colonos, si no que se acerca mucha gente de otros lados, tanta, que no encuentran donde estacionar sus carros y es así como comienza la procesión entre danza, música, platicas y gente persignándose.
Ya después de un rato de iniciado el rosario llega más gente con sus recipientes en mano, listos para hacer fila y pedir su reliquia. Muchos, sobre todo los niños no hacen presencia en el rosario, pero si se forman para obtener su comida, porque dicen que es muy divertido estar ahí.
Aunque muchos si están ahí por mera devoción, también es muy notorio que otros tantos de repente se aburren, comienzan a bostezar, a platicar con el de a lado, a pararse para sobarse “las sentaderas” que ya están cansadas, y mientras trascurren las oraciones dejan entrever su desesperación. “Ya tengo mucha hambre”, se oye que comentan unos cuantos.
Cuando por fin terminan los rezos, comienza el desfile de baldes de comida, con asado, y siete diferentes sopas. La fila parece interminable, es más gente de la que se sentó a rezar, pero eso siempre pasa dicen las señoras.
Los danzantes continúan, la fila parece que no avanza, y es que la gente no deja de llegar. Algunos con un solo plato, pero hubo quien no se movió hasta que no se canso de llenar ollas y ollas de reliquia. Ya se observan caras más contentas y barrigas satisfechas. Algunos, sobre todo los invitados ajenos a la colonia, se quedan ahí mismos a comerse la sopa, otros se van a sus casas y llevan para que sus parientes, que no hicieron fila, también coman.
Los danzantes descansan nuevamente, y se sientan a degustar la deliciosa reliquia. La fila termino, pero la fiesta continua en el hogar de Lucha, pues la música aun suena.


Jael Sarahi López Sánchez

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