Hoy me desperté con mucho frio, y lo primero que pensé al despertar, fue de hecho, que no quería despertar. Luego me dije a mi misma –Sarahi, si durante el semestre no hubieras sido tan floja, nada de esto te estaría pasando-, y es que sinceramente, tenía demasiado frio, me dolían las piernas, y no quería ni asomar la cabeza fuera de mi cobertor o de la cama, porque lo hice, y digan que exagero, ¡pero casi me congelo!, y entre dormirme o congelarme por ir a presentar un examen… estuve dudando un buen rato.
En fin, que después de posponer la alarma 3 veces, una cada 10 minutos, decidí entrar, con el pesar de mi alma en razón; ya era demasiado y así que debía levantarme para venir a la escuela, a presentar un examen. Me puse de pie, corrí de puntitas (porque el piso estaba frio), entro al baño, hice lo primero que hago en las mañanas, y después, me lave la cara, los dientes, y regrese a la habitación. Me vestí, ni sabía que ponerme, ya no encuentro ropa limpia, ¿Quién lava en tiempo de tanto frio?, y entre las pocas opciones que me quedan, elegí algo que no me hace verme bien, pero más o menos como que combina. Desde que vivo sola y más ahora que me gusta jugar a la casita y me que mi mama dejara de lavar mi ropa, me pasa muy seguido esto de quedarme sin atuendo. Como siempre, se me hizo tarde, así que mejor me maquillo en el camino, solo me despedí de lupita, y salí a la cochera, encendí mi camioneta y ahora voy camino a la escuela. Por cierto, ahora que salí, siento todavía más frio.
Todos los días paso por el oxxo, esta a media cuadra de mi casa. Voy tarde, pero tengo frio aun, así que decido llegar por un café. Me gusta el café americano, con dos de crema y uno de azúcar; así lo prepare. En la caja me atiende un hombre y pago por el café $11. Al salir del oxxo, le di un sorbo al café, pero me quemo, así que lo deje en el portavasos. Sigo mi camino, tan monótono como siempre, las mismas calles, el mismo montón de carros en la salida de la colonia, y los mismos tres vendedores de periódicos de siempre. El camino a veces es aburrido, es muy corto, y voy sola, así que no me toca ver a nadie que se suba a cantar, ni ver a nadie quedarse dormido en el camión;
Bueno, ya estando en la escuela, me di cuenta que soy una mujer muy sucia, porque parte de mi café, y apuesto a que al final del día, seguirá mojado el interior de mi auto. Bajo de la camioneta, y me dirijo al aula donde estuve todo el semestre. Hoy tocaba examen de inglés. No me gusta nada la idea, porque eso del segundo idioma no se me da, así que con sola bendición de Dios, porque no estudie, llegue al sitio en cuestión, espere a mi compañera de examen y lo presentamos.
Yo si estaba muy nerviosa, quiero pasar, sé que no estudie, pero me dijeron por ahí algo terrible, ¿Qué ya subieron los extras?
Platicamos un rato del examen y lo que esperamos sacar de calificación; luego se nos unieron otras dos compañeras de clase para estudiar para el examen del día siguiente. Ya son los últimos y tenemos que sacarlos. Una vez, me toco venir a presentar un examen el día 10 de este mes, y como ese día es mi onomástico, pues no quiero que se repita este año. Así que dejare la narración hasta aquí y, continuare estudiando.
En fin, que después de posponer la alarma 3 veces, una cada 10 minutos, decidí entrar, con el pesar de mi alma en razón; ya era demasiado y así que debía levantarme para venir a la escuela, a presentar un examen. Me puse de pie, corrí de puntitas (porque el piso estaba frio), entro al baño, hice lo primero que hago en las mañanas, y después, me lave la cara, los dientes, y regrese a la habitación. Me vestí, ni sabía que ponerme, ya no encuentro ropa limpia, ¿Quién lava en tiempo de tanto frio?, y entre las pocas opciones que me quedan, elegí algo que no me hace verme bien, pero más o menos como que combina. Desde que vivo sola y más ahora que me gusta jugar a la casita y me que mi mama dejara de lavar mi ropa, me pasa muy seguido esto de quedarme sin atuendo. Como siempre, se me hizo tarde, así que mejor me maquillo en el camino, solo me despedí de lupita, y salí a la cochera, encendí mi camioneta y ahora voy camino a la escuela. Por cierto, ahora que salí, siento todavía más frio.
Todos los días paso por el oxxo, esta a media cuadra de mi casa. Voy tarde, pero tengo frio aun, así que decido llegar por un café. Me gusta el café americano, con dos de crema y uno de azúcar; así lo prepare. En la caja me atiende un hombre y pago por el café $11. Al salir del oxxo, le di un sorbo al café, pero me quemo, así que lo deje en el portavasos. Sigo mi camino, tan monótono como siempre, las mismas calles, el mismo montón de carros en la salida de la colonia, y los mismos tres vendedores de periódicos de siempre. El camino a veces es aburrido, es muy corto, y voy sola, así que no me toca ver a nadie que se suba a cantar, ni ver a nadie quedarse dormido en el camión;
Bueno, ya estando en la escuela, me di cuenta que soy una mujer muy sucia, porque parte de mi café, y apuesto a que al final del día, seguirá mojado el interior de mi auto. Bajo de la camioneta, y me dirijo al aula donde estuve todo el semestre. Hoy tocaba examen de inglés. No me gusta nada la idea, porque eso del segundo idioma no se me da, así que con sola bendición de Dios, porque no estudie, llegue al sitio en cuestión, espere a mi compañera de examen y lo presentamos.
Yo si estaba muy nerviosa, quiero pasar, sé que no estudie, pero me dijeron por ahí algo terrible, ¿Qué ya subieron los extras?
Platicamos un rato del examen y lo que esperamos sacar de calificación; luego se nos unieron otras dos compañeras de clase para estudiar para el examen del día siguiente. Ya son los últimos y tenemos que sacarlos. Una vez, me toco venir a presentar un examen el día 10 de este mes, y como ese día es mi onomástico, pues no quiero que se repita este año. Así que dejare la narración hasta aquí y, continuare estudiando.
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